Muchas parejas dicen querer mejorar su relación, pero cuando tienen que sentarse a pensar sobre sus acciones, debatir sus creencias o reconocer su incapacidad en algo, se ponen a la defensiva, se quejan, se atacan y terminan distanciándose.

Trabajando conmigo no solo evitaréis eso, sino que también vais a:

– Identificar y trabajar en lo que os está distanciando, siendo capaces de abrir conversaciones incómodas ante cualquier circunstancia.

– Aprender a ser un equipo que se cuida por encima de todo, sin caer en reproches y acusaciones constantes que os distancian física y emocionalmente.

– Acercaros después de una discusión, enfocados en buscar soluciones conjuntas y construir una base sólida de confianza y cooperación.

– Focalizaros en el día a día para aplicar toda la teoría que ya sabéis, siendo responsables y proactivos: si ya se ha identificado un problema, se trabaja sobre él sin excusas, invirtiendo tiempo y energía.

– Reconectar emocionalmente en la rutina, creando momentos de calidad, comunicación y presencia. Aprendiendo a gestionar, sin perderos, momentos de enfado, frustración o rabia.

– Tener en cuenta las prioridades y necesidades de cada uno, así como legitimar emociones y sentimientos, sin juzgarlos.

– Prevenir futuros conflictos y detectar dinámicas tóxicas con antelación, siendo capaces de hablarlo y abordarlo con herramientas prácticas.

La confianza, la seguridad y la estabilidad en una relación se crean de manera conjunta, mediante las conversaciones que tenéis y las dinámicas que construís los dos.

¿Crees que como pareja lo podéis hacer mucho mejor? ¡Entonces estáis en el sitio correcto!